14 de septiembre de 2024
El lenguaje de las flores: simbolismos en el arte
¿Te gustan las flores? ¿A quién no, verdad? A los artistas, en particular, siempre les han cautivado como motivo para sus obras. Desde los exquisitos frescos de la antigua Roma hasta los vibrantes nenúfares de Monet o las apabullantes obras de Yayoi Kusama, las flores han sido motivo de éxtasis para los creadores. Como símbolos de belleza, fragilidad, y emociones humanas, el significado de las flores ha variado a lo largo del tiempo como mismo lo ha hecho su representación en el arte.
Así que, la próxima vez que veas una flor en una pintura, una escultura o cualquier medio artístico, recuerda que puede estar diciéndote algo, más allá de su efecto decorativo. Puede estar susurrándote secretos del pasado, reflejando los deseos de una época o incluso retándote a pensar sobre tu propia mortalidad. ¡Quédate! Te proponemos un viaje colorido y fascinante a través del tiempo, donde las flores han sido símbolos poderosos. ¡Comencemos!
Simbolismos en la Antigüedad: la flor de loto y la rosa
Si nos remontamos al Antiguo Egipto encontramos la representación de la flor de loto acompañando a los dioses y faraones, como si cada pétalo fuera una promesa de vida eterna. Y es que en el arte egipcio, esta simbolizaba la renovación diaria y la conexión con lo divino.
La flor de loto fue muy importante durante los ritos funerarios para los egipcios. Debido a su asociación con el renacimiento, también se relacionaba con la vida después de la muerte. Es por ello que es común ver en tumbas y templos a los faraones y dioses rodeados de lotos, sugiriendo la esperanza de vida eterna.
Por otro lado, en la Antigua Grecia y Roma, las flores estaban asociadas a los dioses. La rosa es quizás la flor más emblemática en el arte, representando al amor, la pasión y la hermosura y está profundamente relacionada con Afrodita, la diosa del amor y la belleza.
Según la leyenda, Afrodita nació de la espuma del mar y junto con ella crecieron rosas blancas del suelo donde sus pies tocaron tierra. Otra historia cuenta que las rosas rojas se formaron a partir de las lágrimas de la diosa y la sangre de su amante Adonis. Mientras este agonizaba, Afrodita corrió por un lecho de rosas y las espinas hirieron sus pies, tiñendo las rosas con su sangre. Este simbolismo ha perdurado a lo largo de los siglos, convirtiéndose la rosa roja en un emblema universal del amor.
El lirio y lo divino
Avancemos hasta la Edad Media donde las flores comenzaron a llenar los bordes de los manuscritos, no solo como elemento decorativo y estético, sino también para aludir a lo divino. Los lirios, por ejemplo, se convirtieron en un símbolo de la pureza de la Virgen María. La representación de esta flor en las pinturas religiosas se suele asociar con el cuerpo puro de la Virgen, con su castidad y virtud.
Entre las escenas bíblicas en las que el lirio fue motivo recurrente durante este período se encuentran las anunciaciones, representadas tanto en pinturas, frescos, manuscritos iluminados y vitrales góticos, donde el lirio viene a reafirmar la gracia y pureza de la Virgen.
Flores, ciencia y arte
Y llegamos a una época de esplendor: ¡el Renacimiento! En este período hubo un resurgimiento del interés por la naturaleza y la botánica. Las flores tuvieron un propósito en cada pintura, como si de un personaje más dentro de la obra se tratara.
Sandro Botticelli, por ejemplo, nos sumerge en un campo de simbolismo con su obra La Primavera, en la cual las flores no solo adornan a las diosas y ninfas, sino que cada especie —rosas, violetas, margaritas— viene a representar aspectos de la naturaleza humana y los deseos del alma. Las rosas esparcidas por la diosa Venus simbolizan la pureza y el amor incondicional, mientras que la flor de naranjo en la cabeza de Flora celebra la primavera y la fertilidad. Sin lugar a dudas, las flores en esta obra son un testimonio de la fertilidad, el amor y el renacer de la naturaleza.
De naturalezas muertas...
Pero, no todo es color de rosas…, porque las flores no siempre representaron las bondades de la vida y los sentimientos. En las naturalezas muertas de períodos posteriores, Manierismo y Barroco, los elementos florales se pintaban marchitos para simbolizar la dualidad de la vida y la muerte y lo efímero de la existencia humana.
Las naturalezas muertas destacan por la representación de flores y otros elementos naturales combinados. En muchas de ellas se solían combinar flores de diferentes estaciones, enfatizando en la fugacidad y la naturaleza transitoria de la vida junto con otros elementos simbólicos, como insectos y frutas, para acentuar el dramatismo de la escena.
Si te fijas, es como si los propios pintores barrocos dijeran: “Disfruta de la vida, pero recuerda, todo esto puede marchitarse mañana”.
Flores impresionistas: la belleza del momento
Y demos un saltico hasta el Impresionismo, un momento en el que se produce una explosión de color y emoción con artistas que marcaron pauta dentro de la Historia del Arte, como Claude Monet. Sus nenúfares son mucho más que plantas acuáticas. Ellas simbolizaban la esencia misma de la belleza fugaz, capturando la luz y el momento en una paleta de colores preciosa. Fue precisamente en medio de las experimentaciones formales con la pintura, que los artistas impresionistas recurrieron a las flores y a los paisajes naturales.
Flores Contemporáneas
¡Y cómo no! En el arte contemporáneo las flores también han sido motivos de representación constante, pero sus mensajes se vuelven más abstractos y personales. Georgia O'Keeffe, por ejemplo, dispone las flores en un primerísimo plano de manera monumental. Sus lirios y amapolas no solo son ampliaciones de la naturaleza, sino también expresiones de feminidad, fuerza y a veces también de vulnerabilidad. En sus obras, una flor deja de ser solo una flor y se convierte en un poderoso grito de identidad.
Otro ejemplo de obligada mención es la artista japonesa Yayoi Kusama, conocida por un estilo en el que mezcla el arte conceptual y el surrealismo. Las flores en sus obras suelen ser representaciones vibrantes y repetitivas, de colores vivos. Este uso reiterado y llamativo puede interpretarse como una forma de expresar su preocupación por la dualidad entre lo natural y lo artificial, lo efímero y lo eterno.
Son muchísimos los artistas y las obras que han tomado a las flores como motivos de representación a lo largo de la Historia del Arte, y se han valido del significado de las flores para expresar múltiples ideas. Ellas han sido mucho más que acompañantes de dioses o decoraciones estéticas. Han sido también portadoras de mensajes y hasta de advertencias en un idioma visual que transciende las épocas. ¡Es increíble lo que una sola flor puede decir si la miramos con ojos atentos! ¿No crees?