19 de enero de 2024
El Coliseo romano
El Coliseo romano está considerado un hito dentro de la historia de la arquitectura y del arte en general. Tiene casi 2000 años de existencia y continúa siendo el mayor anfiteatro del mundo, en el que se estima que murieron alrededor de 400 000 personas y más de un millón de animales. Con el asentamiento de la dinastía Flavia en Roma, alrededor del año 69 d.C., comenzó la construcción del que se convertiría en el símbolo de la capital italiana, conocido en sus inicios como Anfiteatro Flavio. Ya para el año 80 d.C. estaba en pie, listo para celebrar los famosos combates de gladiadores y las peleas entre animales salvajes. Llegó a albergar entre 50 000 y 80 000 personas, abarcando un área de 24 000 m². Su inauguración consistió en la celebración de unos juegos que duraron 100 días en los que se cuenta que murieron más de 5000 animales.
Para su construcción, la dinastía Flavia se propuso crear una obra arquitectónica empleando técnicas de ingeniería sin precedentes. El elemento constructivo por excelencia es un aporte de la arquitectura romana y fue el arco de medio punto. Además, se introdujo la bóveda de arista, la cual marcó un antes y un después, ya que hasta ese momento la única solución para soportar las gradas de un anfiteatro era colocándolas sobre una pendiente o colina. El uso de la bóveda de arista posibilitó que el coliseo de Roma pudiera emplazarse en un terreno plano y tener la altura monumental que se le ve hoy.
Las gradas respetaban una distribución determinada según las clases sociales. Los asientos más cómodos y amplios eran para los senadores y sacerdotes, luego estaban los lugares de los patricios y plebeyos, después los de menos recursos y en última disposición había una tribuna sin asientos para las mujeres y los no-ciudadanos. En la arena se realizaban todos los espectáculos y esta absorbía la sangre que se derramaba durante las funciones. Debajo de la arena se disponían especies de trampas que se abrían para dinamizar más los combates. El Coliseo romano contaba también con el hipogeo o foso, donde se ubicaban los gladiadores, los condenados a muerte y los animales, así como un sistema de montacargas que los transportaba a la parte superior de la arena. Además, contaba con una especie de toldo desplegable que se usaba durante los espectáculos para proteger al público del fuerte sol, y se movía a partir de un sistema de poleas.
A lo largo de los años el coliseo fue variando en funcionalidad. Con la caída del Imperio romano y el comienzo de la Edad Media los espectáculos de peleas se prohíben y los habitantes de Roma comenzaron a ocupar los terrenos y a construir tanto casas como mercados, fábricas o tabernas. Hacia 1349 hubo un terremoto en la ciudad y el coliseo de Roma quedó en pésimas condiciones. Debido a ello se utilizó como vertedero y luego como cantera de la que se extraían materiales para construir otros edificios en Roma. Ya luego en el Renacimiento se convirtió en motivo de admiración y representación para los artistas; y en los siglos XVII y XVIII se reivindicó su valor religioso construyendo dentro de él capillas y elementos religiosos para rendirles culto a los cristianos que en los años iniciales de su construcción habían muerto en él. Para el XIX todo ello se demolió y ya en el XX la industria del cine se encargó de convertirlo en el ícono de Roma que es hoy.
El coliseo romano fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1980. En la actualidad ha formado parte de diversos planes de restauración, sobre todo el escenario de la arena, con el propósito de devolverle la vida al interior del edificio, lo que permitiría realizar espectáculos diversos, conservando la seguridad del lo que fue en la antigüedad el gran Coliseo de Roma.