18 de mayo de 2023
De cariátides y atlantes
Cuando pensamos en esculturas, posiblemente lo primero que nos viene a la cabeza sean íconos de la Historia del Arte: la Venus de Milo, El David de Miguel Ángel, la Victoria alada de Samotracia, El Pensador de Rodin, e incluso la Estatua de la Libertad de Nueva York. Pero, también existen esculturas que además de ser increíbles obras de arte, tienen un carácter funcional. Ellas son las cariátides y los atlantes, y han estado presentes a lo largo de la historia como elementos decorativos y de sostén en muchísimas edificaciones.
Fuerza y belleza femeninas
Las cariátides son esculturas que representan a una figura femenina de pie, vestida con una túnica, cuya función es ser columna o pilastra que sostiene en su cabeza un capitel, aunque algunas también sostienen el entablamento con sus brazos.
Las primeras de estas columnas antropomórficas que se conocen datan del siglo VI a.C. y aparecieron en templos destinados a albergar ofrendas en Delfos, como el edificio El Tesoro de los Sifnios.
Pero, más tarde fue en la antigua Grecia donde estas columnas con forma femenina tomaron el nombre de “cariátide”, que proviene del griego karyatis y significa “mujeres de Carias". Esta era una antigua ciudad del Peloponeso en la que estaba construido un templo dedicado a Artemisa Cariátide. Para honrar a la diosa, las mujeres de Carias realizaban danzas folclóricas con canastas en sus cabezas. Fue justamente esta imagen la que inspiró la estética de la cariátide.
De la arquitectura griega, el ejemplo más conocido es el del pórtico de las cariátides del Erecteión, en la acrópolis de Atenas, de finales del siglo V a.C. Es una edificación dedicada a varios dioses y héroes como Atenea, Poseidón, Erecteo, que es el rey del que proviene el nombre del templo, y Pandrosia, que era su hija y a la que se le dedicó la tribuna con seis cariátides.
Algo muy interesante y curioso que permite diferenciar a las cariátides de los atlantes, no solo por la representación femenina y masculina, es que ellas son representadas sin la menor señal de esfuerzo físico, cansancio o dolor al soportar la edificación sobre sus cabezas o brazos. Esta manera de mostrar a la cariátide con una postura esbelta está relacionada con la idea del “servicio perpetuo”, algo acorde con la manera de ver el mundo que predominaba en el momento en que surgieron las cariátides.
Esfuerzo y sostén masculinos
Los atlantes, considerados el equivalente masculino de las cariátides, son esculturas-columnas que soportan el peso del edificio sobre sus brazos, doblados en ángulos rectos. Su origen proviene del mito de Atlante, quien fue el primero en instruir a los hombres sobre el curso de los astros. De ahí que se le comenzara a representar sosteniendo el cielo sobre su espalda.
No obstante, también en la mitología griega existe el titán Atlas o Atlante, condenado por Zeus a cargar la bóveda celeste para mantenerla separada de la tierra, debido a su participación en la guerra ocurrida entre titanes y dioses.
A diferencia de las cariátides, los atlantes se representan inclinados hacia adelante para soportar el peso encima de sus hombros, cuya actitud revela un marcado esfuerzo físico en sus expresiones faciales y en sus posturas.
El Templo de Zeus, en Olimpia, es uno de los ejemplos más importantes con representaciones de atlantes. Conocido también como el templo de los gigantes, se piensa que llegó a tener 38 atlantes de 7,5 metros de altura, aproximadamente, representados con los brazos flexionados hacia atrás por encima del cuello.
En América Latina, unos de los ejemplos más famosos son los Atlantes de Tula, en México, de 4,5 metros de altura. Estos representan a guerreros toltecas que hacían la función de columnas para sostener el techo del templo de Tlahuizcalpantecuhtli, ubicado en la parte más alta de una pirámide emblemática del yacimiento de Tula. A diferencia de los atlantes griegos, los de México se distancian del prototipo europeo de sostener el edificio con sus brazos, inclinados hacia adelante. Estos guerreros son esculturas monolíticas, conformadas por cuatro bloques que representan las piernas, el tronco y la cabeza, con una posición firme.
La utilización de las cariátides y los atlantes como recursos arquitectónicos continuó su desarrollo en posteriores momentos de la historia con diferentes funciones y significados de acuerdo a la época. Lo más relevante es que muchas de estas esculturas-columnas con forma de figuras femeninas y masculinas han trascendido en el tiempo y constituyen referentes importantes de la historia del arte.