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5 de junio de 2024

Claude Monet: 5 curiosidades bajo las pinceladas del Impresionismo

Yenny Hernández ValdésCuradora y crítico de arte
Impresionismo

Fascinado por la luz y el color, Claude Monet (París, 1840 - Giverny, 1926) es considerado uno de los precursores del modernismo plástico, especialmente por su obsesión por pintar la naturaleza tal y como él la percibía. Durante su fructífera carrera, fue el mayor defensor del Impresionismo. Desde muy joven, se interesó por documentar los paisajes franceses al aire libre, con el interés de capturar el cambio de luz y el paso de las estaciones. Pudiéramos escribir libros y libros sobre la obra y el proceso creativo de Monet, pero el espacio es limitado, por lo que hemos creado un Top 5 de sus obras que encierran algunos datos bien curiosos sobre el artista y su trabajo. ¡Quédate con nosotras!

Impresión, sol naciente

Como ya hemos mencionado, el artista es considerado uno de los precursores del modernismo plástico, especialmente por su obsesión por pintar la naturaleza tal y como él la percibía. El propio término Impresionismo que dio nombre a todo un movimiento pictórico surgido en Francia, derivó justamente del título de su obra Impresión, sol naciente (1872), exhibida en la primera exposición de la Sociedad Anónima de Pintores, Escultores y Grabadores, en 1874, fundada por Monet junto a Renoir, Pissarro, Sisley, Degas y Berthe Morisot. Pintada en 1872, representa el puerto de Le Havre al amanecer. Monet utilizó pinceladas sueltas y vibrantes para crear una sensación de movimiento y luminosidad.

La imagen captura las neblinas del puerto mientras el sol lucha por despuntar, creando reflejos anaranjados en el mar y el cielo. La sensación atmosférica domina la escena, donde las formas desaparecen casi por completo. Esta emblemática pintura revolucionó la forma de representar la luz y el color en el arte, convirtiéndose en un símbolo del movimiento impresionista.

Claude Monet
Impresión, sol naciente (1872). Óleo sobre lienzo, 48 cm × 63 cm

Desayuno sobre la hierba

Motivado por el escándalo provocado por la obra Almuerzo sobre la hierba, de Manet, en el Salón de París, de 1863, dada su composición poco académica y el desnudo evidente, Monet se propuso la realización de Desayuno sobre la hierba, inspirada en aquella, pero eliminando los desnudos, con la ilusión de que la suya sí fuese aceptada. Lo interesante para él consistía en pintar la escena directamente del natural para ofrecer una visión realista de la época. Para ello tomó el bosque de Fontainebleau como el espacio idóneo para la obra, pero el clima lluvioso y una herida en una pierna, le impidieron terminar el proyecto al aire libre.

Sus altibajos económicos lo llevaron a dar a su arrendador Desayuno sobre la hierba como depósito para sus deudas de alquiler. La obra fue enrollada y guardada por el casero en un sótano húmedo durante seis años, lo cual le provocó un deterioro notable al lienzo. Cuando Monet pudo recuperarla, tuvo que cortar los bordes enmohecidos, la restauró y dividió en tres partes, de las cuales se desconoce el paradero del extremo derecho.

almuerzo sobre la hierba
Desayuno sobre la hierba (1865-1866). Óleo / lienzo 248 cm x 418 cm

La Catedral de Ruán

Desde muy joven, se interesó por documentar los paisajes franceses al aire libre, con el interés de capturar el cambio de luz y el paso de las estaciones. La catedral de Ruán fue una de las escenas que más repitió de manera continua, lo que le permitía demostrar cómo una estructura permanente y sólida se veía afectada por los cambios de la luz en los diferentes momentos del día. Se trata de una obra impresionista que forma parte de su serie “Catedrales de Rouen”. Aunque la catedral en sí no es el foco principal, su solidez contrasta con la sutileza etérea de los cambios lumínicos, aportando una imagen inigualable. Monet nos muestra la fachada gótica de la catedral en diversas horas del día, con variados efectos atmosféricos. Cada cuadro es un instante efímero, capturando la luz que nunca se repetirá. ¡Una invitación a explorar más obras maestras! ¿Quires conocer más sobre esta serie?

Impresionismo
La Catedral de Ruán (1892-1894). Óleo / lienzo, 107 × 73.5 cm

Molino de viento en Zaandam

Al estallar la guerra franco-prusiana, Monet y su familia huyeron a Londres y durante la travesía permanecieron cinco meses en Zaandam, un pequeño pueblo entre Ámsterdam y Haarlem, en los Países Bajos. Enamorado del paisaje nórdico, produjo más de veinte pinturas de los molinos de viento, las casas de madera y el río del mismo nombre. Entre ellas realizó Molino de viento en Zaandam, una de las pocas obras donde pintó pájaros en el cielo.

El molino se alza majestuoso en la izquierda de la escena, mientras que el río con las embarcaciones ocupa la zona derecha. Monet captura un momento determinado de luz, eligiendo para esta ocasión, el atardecer con nubes plateadas reflejadas en el agua.

cuadros de Monet, pintura impresionismo

Nenúfares

A inicios de 1883, Claude Monet se muda nuevamente, pero en esta ocasión a Giverny, al norte de Francia, donde compró una casa con jardín y estanque, que se convertirían en el paraíso del artista hasta el final de sus días. Fue en este lugar donde realizó sus pinturas de nenúfares, las cuales lo mantuvieron ocupado durante los últimos veinte años de su vida.

En esta etapa creó un lago artificial en el jardín de Giverny, con una variedad exquisita de vegetación y explicaba a su jardinero los diseños y las disposiciones precisas de cómo y qué quería plantar. Entre los años 1898 y 1926, el artista realizó más de 250 obras cuyos protagonistas eran sus nenúfares, en las que recreó el transcurrir de un día o de las diferentes estaciones del año.

En estas pinturas, los lirios, el agua y el reflejo se difuminan hasta el punto de ser prácticamente indistinguibles entre sí, con una rica paleta cromática que va desde el rosa pastel y los azules claros hasta los violetas y los verdes brillantes. Los Nenúfares fueron para Monet su última y más ambiciosa secuencia de pinturas.

Monet, impresionismo
Nenúfares (1907) Óleo / lienzo

El artista murió en su casa de Giverny, en 1926, de cáncer de pulmón, sin haber concluido nunca su serie de nenúfares. Ha pasado a la historia como el padre del Impresionismo e hizo de la luz el foco central de sus obras. Desde ya te invitamos a escuchar nuestro episodio 90 para descubrir mucho más sobre este apasionante pintor y su proceso de trabajo, que tanto legó a las generaciones posteriores y al propio concepto de arte.

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